El síndrome de ovario poliquístico se puede conocer como un desequilibrio hormonal y donde la genética también es un factor notorio.
Los especialistas suelen encontrarse en presencia de quistes en los ovarios, cuando la mujer se encuentra con los niveles de andrógenos (hormonas) muy elevados, se le llama a este diagnóstico síndrome de ovario poliquístico (SOP). Según el manual Merck de terapia y diagnósticos, los ovarios suelen contener varios quistes foliculares que su tamaño ronda entre 2 a 6 mm y a veces son más grandes.
El síndrome de ovario poliquístico puede causar problemas en el período e interferir en el proceso de concebir un embarazo. Algunos de sus síntomas presentados por el SOP son: la subida de peso, menstruaciones irregulares, el acné, infertilidad, dolor pélvico y el crecimiento de vello en la cara o cuerpo. Esta enfermedad se relaciona con un desequilibrio hormonal, aún la causa de este desequilibrio no se comprende. Pero podemos conocer que la genética puede afectar, por lo que este síndrome podría ser hereditario.
Este síndrome no solo está relacionado al aumento de andrógenos en el cuerpo, sino que también se encuentra una carencia de óvulos. En el ciclo menstrual la mujer suele liberar de uno a más óvulos, en la mayoría este proceso ronda alrededor de la 2 semana después del inicio del ciclo menstrual. La gran parte de las mujeres que sufren de este síndrome, sus ovarios hacen una acumulación de líquido y no libera los óvulos con regularidad.
En estudios realizados a las mujeres con esta enfermedad, se les encontró que la enzima limitante de la velocidad en la producción de andrógenos, causa la producción mayor de los mismos. Se conoce que el SOP tiene varias complicaciones graves. En ellos los niveles de estrógenos están elevados y esto aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades, entre ellas el cáncer de endometrio.
Al tiempo de padecer el síndrome de ovario poliquístico, los excesos de andrógenos aumentan el riesgo de padecer otras enfermedades, como la hipertensión, la resistencia a la insulina, obesidad, diabetes tipo 2, por lo que se recomienda ponerse en control periódicamente con un profesional de la salud para así evitar problemas mayores.
