Según estudios se calculó que hubo 1,6 millones de muertes por tuberculosis en el año pasado, gran diferencia comparado al 2017 y luego en el 2019 aumentó más de un 14%.
La tuberculosis vuelve a esparcirse por el mundo después de más de 20 años a consecuencia del COVID-19 y al aislamiento, que restringieron las pruebas para su detección y el acceso a tratamiento, nos mencionaron el pasado jueves la OMS (Organización Mundial de la Salud).
A través del informe anual publicado por la ONU, en el año 2021 10,6 millones de personas sufrieron de contagio de tuberculosis, bacteria que se localiza y ataca principalmente los pulmones, estas cifras dieron lugar a un 4,5% de aumento en un año.
La Dra. Tereza Kasaeva, directora del Programa Mundial contra la Tuberculosis de la OMS, informó que lamentablemente, por primera vez en dos décadas se encuentra en aumento el desarrollo de esta enfermedad y es de forma farmacorresistente. La tasa de incidencia de esta enfermedad (se contabilizan aproximadamente 100.000 habitantes por año) eso suma a un 3,6% entre el año 2020 y el 2021, después de una disminución cerca de un 2% por año, durante las últimas dos décadas.
Esta tasa aumentó en todo el mundo salvo en África, donde hubo interrupciones en los servicios sanitarios por la pandemia de COVID-19 teniendo un débil impacto en el número de personas diagnosticadas. A nivel mundial, en los años 2005 y 2019 disminuyó esa cifra anual de muerte, pero para el 2020 y 2021 las estimaciones se han invertido.
La mayor parte del incremento de muerte que se registraron el año pasado fueron en cuatro países: India, Indonesia, Birmania y Filipinas. La tuberculosis ha tenido una notable resistencia a los medicamentos, aumentando un 3% entre el 2020-2021 con 450.000 nuevos casos resistentes a la rifampicina (antibiótico bactericida) en 2021.
La pobreza y la desnutrición
La propagación de esta enfermedad amenaza la estrategia establecida por la OMS, que tiene como objetivo disminuir un 90% de las muertes y un 80% de las tasa de incidencia para el 2030, con respecto al 2015.
Según la OMS, este incremento ha ocurrido al mismo tiempo de una caía en el gasto mundial que se ha dedicado a servicios esenciales de la lucha contra esta enfermedad, pasó de 6.000 millones de dólares en 2019 a 5.400 millones en 2021. Siendo la mitad del objetivo fijado que lleva por monto unos 13.000 millones de dólares.
La ONG Médicos Sin Frontera (MSF) reaccionó al informe y citó a que se debe intensificar los tratamientos siendo así más rápidos y seguros contra la tuberculosis resistente a los fármacos (DR-TB) y sugirió que el tratamiento completo por persona no supere los 500 dólares.
La OMS evalúa que la tuberculosis mantendrá la continuación de su esparcimiento en este 2022

A pesar de todo, la organización no pierde la esperanza pero mencionó que continuará su propagación en 2022.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, reveló en el informe que la pandemia le enseñó algo a la sociedad, solidaridad, determinación, innovación y el uso equitativo de herramientas y que gracias a esto podemos superar las amenazas sanitarias. También nos incentiva a aplicar lo antes mencionado ahora con la tuberculosis.
Mencionó que los siguientes elementos la guerra efectuada en Ucrania, los conflictos que existen en otras partes del mundo, la crisis energética a nivel mundial y los riesgos en la seguridad alimenticia; también son factores que pueden agravar los niveles de ingreso y desnutrición.
En el 2019 la tuberculosis era la causa número 13 de mortalidad a nivel mundial, y la primera debida a una enfermedad infecciosa que fue superada en el 2020 por el COVID-19, pero se encuentra por encima del sida, indicó el informe.
Las personas que desarrollaron tuberculosis el año pasado se encontraban en: Sudeste de Asia (45%), en África (23%) y la región del Pacífico Occidental (18%).